Los niños se enferman con frecuencia, y por ello es importante saber cuándo estamos frente a una emergencia que requiere de atención médica urgente. Aquí te brindamos un listado de situaciones en las que debes llamar al médico o al 911.
A veces es necesario llamar al médico —o al 911— para obtener ayuda urgente.
Tu hijo(a) no puede respirar bien.
No para de sangrar.
Hay sangre en la orina o en la materia fecal del niño.
Tose o escupe con sangre.
Tiene diarrea y ha pasado 6 horas sin orinar.
La zona blanda en la cabeza del bebé está sobresalida o hundida.
El niño siente dolor en los oídos o le sale líquido, pus o sangre del oído.
Traga con dificultad o no quiere comer.
Tiene fiebre y el cuello rígido.
El bebé tiene 100.2 °F (37.9 °C) de fiebre y aún no cumplió los 2 meses de vida.
El bebé tiene 101 °F (38.3 °C) de fiebre entre los 2 y los 6 meses.
El bebé tiene 103 °F (39.4 °C) de fiebre entre los 6 meses y los 2 años.
Cualquier lesión que pienses que pueda poner en riesgo la vida del niño, en especial si se ha golpeado la cabeza, el cuello o la espalda. Incluso si tu hijo(a) parece estar bien, algunas de estas lesiones pueden repercutir internamente en el cuerpo del niño. Las heridas internas pueden ser muy graves y requieren de atención médica urgente.
Recuerda, si te preocupa algo sobre la salud de tu hijo(a), llama cuanto antes a un servicio de enfermería o a su pediatra.
CONSEJO BREVE: El instinto de los padres es sumamente poderoso. Si sientes que tu hijo(a) está en peligro, pide ayuda de inmediato. ¡Mejor prevenir que curar!