Tanto si se trata de un primer bebé como de un nuevo hermanito, agrandar la familia es una experiencia llena de alegría. Busca la manera de que tus hijos disfruten de estar juntos, manteniendo a la vez una relación especial con cada uno ellos.
El vínculo entre los hermanos es muy especial; simplemente porque no hay relación que se le parezca. Incluso aunque no se lleven bien, los hermanos suelen ser amigos inseparables de por vida. Y si tienes más de un hijo, posiblemente ya sepas reconocer las particularidades de cada uno y a la vez acompañarlos y apoyarlos como familia.
Si estás por tener otro hijo, es probable que los hermanos más grandes se vean afectados por este cambio antes o después del nacimiento. Podrían sentirse entusiasmados, nerviosos y felices todo al mismo tiempo, ¡igual que tú! Es importante que hables acerca de esto con tus hijos. Debes escuchar y respetar sus emociones, así como responder a todas sus dudas y explicarles cómo serán las cosas cuando llegue el nuevo bebé. Si tu hijo ha sido el único hasta el momento, hay muchas cosas que no conoce. Convertirse en la hermana o hermano mayor puede ser un gran cambio así como una emocionante responsabilidad.
Aquí hay algunas ideas para ayudar a tus hijos a prepararse para el nuevo bebé y darle la bienvenida:
Leer libros acerca de cómo es ser la hermana o hermano mayor.
Explicarles lo que hará el bebé; algo tan simple como dónde dormirá y cómo le darán de comer son cosas completamente nuevas.
Incluye a tus hijos en los preparativos del hogar para el nuevo bebé. Deja que tus niños elijan las mantas que irán en la cuna del bebé o los libros que pondrán en su cuarto. Tus hijos también querrán darle la bienvenida al bebé en su nuevo hogar.
Habla con ellos sobre los planes para el momento en que nazca el bebé. Diles con quienes se quedarán y cuándo podrán conocer al nuevo bebé.
Organiza un momento especial solo para ti y cada uno de tus hijos mayores. Los recién nacidos suelen demandar mucho tiempo, por lo cual tus otros hijos pueden sentirse excluidos u olvidados. Por sencilla que sea, cualquier actividad donde participen únicamente tú y tu hijo ayudará a mantener ese vínculo tan especial entre ambos, más allá de los cambios que sucedan.
Si tienes varios hijos, necesitarás encontrar el modo de brindarles tu apoyo a cada uno de ellos (y al mismo tiempo continuar con las demás cosas de tu vida). La manera en que tus hijos se relacionan entre ellos cambiará con el paso del tiempo a medida que crezcan y se desarrollen. Con frecuencia oímos que hay peleas y rivalidad entre los hermanos; pero también es común oír que entre ellos existe una unión especial, un vínculo que suele ser más profundo que el de cualquier amistad.
Pon en práctica estos consejos para cultivar el amor fraternal entre tus hijos, sin dejar de promover su individualidad:
Elogia las cualidades únicas que cada uno de ellos tiene. Déjalos escoger y participar de las actividades que más disfrutan. Esto puede significar que tu hijo menor quiera seguir los pasos de su hermana mayor o que les gusten actividades completamente distintas. Al apoyar el interés individual de cada uno, los harás sentirse únicos y dignos de recibir tus elogios.
Dedícales momentos valiosos a cada uno de tus hijos. Ya sea con un paseo breve o leyéndoles un libro antes de ir a dormir, busca el tiempo para estar a solas con cada uno de ellos. Este momento especial y exclusivo para tus hijos les permitirá desarrollar y mantener un vínculo cercano contigo.
Resérvate tiempo para estar en familia. Jueguen, cuenten historias, organicen juntos una comida especial; no importa lo que hagan, siempre y cuando estén juntos en familia. Evita la televisión y los dispositivos electrónicos tanto como sea posible para que todos puedan relacionarse y vincularse de forma genuina. Estos recuerdos quedarán por siempre en la memoria de tus hijos.
Consejo breve: Dentro de algunos años, cuando tus hijos miren hacia atrás para recordar su infancia, encontrarán en su memoria los momentos que han pasado contigo, y no aquello que les compraste. Leer un libro juntos o conversar en la mesa sobre lo que hicieron en el día ayuda a desarrollar el cerebro de tus hijos, y a crear recuerdos hermosos, mediante el amor y el lenguaje.
