El desarrollo lingüístico va mucho más allá de las palabras. ¡Descubre la manera en que crece el lenguaje de tu bebé!
Entre los 4 y los 11 meses de edad, el desarrollo lingüístico incluye la capacidad de oír y producir sonidos.
4 a 6 meses:
Reaccionan y mueven los ojos ante un ruido o sonido.
Oyen y responden a las personas y la música.
Empiezan a usar sonidos consonantes al balbucear (por ej., “ta, ta, ta”).
Balbucean para llamar la atención y cuando juegan.
Emiten distintas clases de sonidos para expresar sus emociones (alegría, enojo, etc.).
Distinguen los juguetes que hacen sonidos.
Chillan y ríen.
7 a 12 meses:
Miran hacia donde apuntas con el dedo.
Se dan vuelta para ver de dónde vienen los sonidos.
Responden a su nombre.
Entienden los nombres de las cosas y las personas habituales (como tazón, jugo, camión y papá) y miran hacia ellas o las usan cuando se las nombras.
Empiezan a responder a palabras y frases simples como “No”, “Ven aquí” y “¿Quieres más?”.
Juegan contigo, por ej. a “¿Dónde está el bebé?” y a las palmaditas.
Oyen canciones e historias por un tiempo breve.
Emiten largos balbuceos, como mimi, pupu y babababa, con distintos sonidos y ritmos.
Usan sonidos y gestos para conseguir y mantener la atención.
Señalan objetos y se los muestran a los demás.
Usan gestos, como saludar con la mano, extender los brazos para que los carguen y mover la cabeza para decir “no”.
Imitan distintos sonidos del habla.
Dicen una o dos palabras, como hola, guau, papá, mamá o uh, oh (aunque los sonidos no sean claros, la intención sí lo es).
Participan de la comunicación de a dos.
Obedecen algunas órdenes habituales (acompañadas de gestos) y responden a instrucciones simples (por ej., “Ven aquí”).
Imitan los sonidos.
Dicen “mamá” o “papá” de manera intencionada.
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Consejo breve: Recuerda que cada niño es único y su ritmo de desarrollo puede ser diferente al de otros niños. Si tienes dudas sobre el desarrollo de tu niño, habla con tu médico de familia o pediatra.