Compartir momentos con tu hijo(a) a lo largo de todas las edades es fundamental para su desarrollo cerebral y su bienestar general. Aquí encontrarás más información sobre los beneficios de conectarte con tu hijo(a).
¿Sabías que el cerebro de tu hijo crece cada vez que lo abrazas? Algunos estudios han demostrado que cuando el niño se siente abrazado, el cerebro produce sustancias químicas que son necesarias para el crecimiento y desarrollo. Como seres humanos, necesitamos conectarnos con las demás personas para crecer física y emocionalmente. Por lo tanto, es tan importante para los niños de todas las edades compartir un tiempo de calidad con sus padres u otros seres queridos. Vivir momentos significativos con personas que les manifiestan afecto y cariño ayuda al niño —desde el nacimiento hasta más allá de la edad preescolar— a relacionarse, aprender y amar.
Entre tantas ocupaciones diarias, puede ser difícil encontrar el tiempo para estar juntos. Sin embargo, los niños suelen portarse peor cuando no estamos con ellos, porque es allí cuando más nos necesitan. Así que aprovecha toda ocasión que sea posible para estar con tu hijo(a) y disfruta de ese momento. Lo que importa es la calidad del tiempo compartido, no la cantidad.
Si ves que tu hijo(a) actúa de una manera que no te gusta, busca la forma de compartir un tiempo a solas. Por ejemplo, si están solos en un lugar agradable y tranquilo, intenta hablar, leer y cantar juntos, solamente ustedes dos. Estas simples interacciones aumentarán las probabilidades de ver a tu hijo(a) feliz, divirtiéndose y portándose bien. También es posible que empieces a tenerle más paciencia. Por último, los momentos a solas pueden ser una excelente oportunidad para que ambos conversen sobre sus vidas. Usa este tiempo para recordarle a tu hijo(a) todo lo bueno que les está pasando y, quizá también, aquello en lo que deben trabajar. Ese momento puede ser sanador y decisivo.