Discutir el divorcio o la separación con tu hijo es una de las conversaciones más difíciles que tendrás. Pero al abordar la situación desde una posición de amor y apoyo, puede ayudar a su hijo a sobrellevar y prosperar durante este gran cambio.
Mantener la calma y ser sensible a las emociones de tu hijo cuando les habla sobre el divorcio puede ayudarles a superar esta transición. Lo más importante es que tu hijo necesitará garantías constantes de que ambos padres aún lo aman. Con el apoyo de ambos, tu hijo puede aprender a sobrellevar con éxito el cambio. Estas estrategias basadas en investigaciones para hablar sobre el divorcio con tu hijo pueden ayudarte a guiar la conversación.
Antes de acercarse a tu hijo, asegúrate de que ambos padres están en la misma página.
Hable acerca de cómo discutirán el divorcio y considera formas en las que responderás a las preguntas que tu hijo pueda hacer. Muchos padres se congelan cuando hablan acerca del tema, por lo que la preparación puede ayudarles a mantener la calma y la estabilidad mientras hablas con tu hijo en edad preescolar. Es importante que hagan todo lo posible para evitar discusiones o pelear frente a ellos. Los niños son más resistentes y menos estresados cuando hay menos conflicto entre sus padres.
Hable con tu hijo sobre el divorcio juntos y dales explicaciones simples y directas.
Tu hijo no necesita saber todos los detalles por qué se está divorciando. Pero puedes darles explicaciones simples para la separación. Es posible que tengan muchas preguntas, así que haz todo lo posible por ser paciente con ellos mientras analizan sus pensamientos y sentimientos. Las preguntas comunes que tu hijo podría hacer incluyen:
Niño: “¿Por qué te divorcias?” Padre: “Se que te sientes triste en este momento. Decidimos que seremos más felices viviendo en casas diferentes”.
Niño: “¿Por qué ya no pueden vivir juntos?” Padre: “Creemos que sería mejor para toda la familia si vivimos separados”. Niño: “¿Es mi culpa?” Padre: “No has hecho nada malo, y esto no es tu culpa. Estamos muy felices de que seas nuestro hijo y te queremos mucho. Eso nunca cambiará.”
Niño: “¿Te seguiré viendo todos los días?” Padre: “Aún no lo hemos determinado, pero serás el primero en saberlo cuando lo hagamos. Los dos te amaremos todos los días.”
Cuando responda las preguntas de tu hijo, dalerespuestas que sean claras y honestas, y continúe asegurándote de que a tu hijo que estará seguro y amado.
Discute lo que no cambiará con el divorcio.
Tu hijo puede sentir que todo está cambiando. Recordarles de las rutinas que se mantendrán durante la separación y dales una sensación de seguridad. Como padre, también puedes ayudar a mantener ciertas rutinas a las que se han acostumbrado, como los rituales a la hora de acostarse o de comer. Y sigue asegurándoles que lo más importante que no cambiará es cuánto los aman ambos padres.
Anima a tu hijo a compartir sus sentimientos y ayúdenlo a manejar sus emociones.
Es probable que tu hijo sentirá una variedad de emociones durante este tiempo. Pero es posible que no tengan las habilidades para expresarse con claridad. Puedes ayudar a tu hijo a identificar las emociones que podría estar sintiendo y escuchar sus preocupaciones. Este artículo explica cómo puedes ayudar a tu hijo a identificar sus emociones y manejar sus sentimientos. Tus hijos pueden hacer muchas preguntas en las próximas semanas o meses, e incluso repetir algunas de las mismas preguntas. Es importante ser paciente con tu hijo y continuar respondiendo sus preguntas como si fuera la primera vez que las hace.
Debido a que los niños no tienen poder sobre la situación, puede resultarles aún más difícil aceptar que las cosas están cambiando. Busca signos de regresión, como volver a orinarse en la cama después de aprender a ir al baño o depresión. Si tu hijo comienza a mostrar estos signos, obtenga la ayuda adecuada de tus médicos.
Si bien el divorcio puede ser un momento estresante, la mayoría de los niños se adaptan dentro de los dos años posteriores al divorcio, según la Asociación Estadounidense de Psicología. Al mantener la calma y la coherencia, puede ayudar a aliviar el estrés de esta transición para tu hijo.