La lectura es mucho más que palabras en un libro. Es una oportunidad para conectar con tu hijo y disfrutar juntos del lenguaje. Contar historias es una excelente forma de compartir, y para ello no hacen falta los libros: solo tu voz y tu imaginación.
“¿Mamá, me cuentas un cuento?”. A los niños les encanta escuchar historias de todo tipo, ya sea a través de un libro o de una conversación.
Contarle un cuento a tu hijo es una manera fabulosa de que descubra el lenguaje, y a la vez de conectarse de forma emocional (a través del afecto y de un momento especial) y física (mediante caricias, mimos y abrazos). Si no te gusta leer, no dejes que eso les impida a ambos disfrutar de todos los beneficios que brinda el contar historias.
Hay muchas formas de hacerlo; puede ser hablando y recordando lo que han hecho durante el día, o contando historias para que tu hijo viaje a tierras imaginarias y llenas de seres fantásticos. Recuerda que a tu hijo le encantará oír tu voz, sin importar la historia que le cuentes.
¡Alienta a tus hijos más grandes a que inventen y compartan sus propias historias contigo y con el resto de la familia!
CONSEJO BREVE: Contar historias es una manera ancestral de trasmitir anécdotas sobre los antepasados, tradiciones y relatos familiares. La narración en voz alta ha permitido que las creencias y experiencias de un grupo de personas logren perdurar a lo largo tiempo. Por eso, cuando la abuela, el abuelo u otros familiares mayores vengan de visita o compartan un momento con tu hijo, ¡aliéntalos también a que cuenten historias sobre sus vidas!